A medida que pasan los años ha ido aumentando la esperanza de vida, sin embargo, a pesar de que estamos viviendo más años, cada vez somos más sedentarios.
Vivir más no significa necesariamente vivir mejor, ya que al menos un tercio de la población adulta sufre alguna patología o discapacidad funcional.
El envejecimiento se asocia comúnmente con una pérdida de masa y fuerza muscular, lo que resulta en debilidad, deterioro funcional, pérdida de independencia y mayor probabilidad de sufrir caídas. El ejercicio físico modula todos esos cambios asociados con el envejecimiento.
Un estudio americano evaluó si al realizar altos niveles de ejercicio se prevenía la pérdida de masa muscular y fuerza asociadas al envejecimiento de manera sedentaria. Estudiaron a 40 atletas de entre 40-81 años a los cuales se les realizaron diferentes pruebas, entre ellas, una resonancia magnética bilateral de cuádriceps (observar foto del inicio del post).